Las tardes en la redacción eran agradables, a veces se ponían un poco calurosas debido al número de máquinas y personas que se encontraban en la habitación, sin embargo con tan sólo abrir un poco la ventana el bochorno se apaciguaba...
Tras tragedias como la de la final del domingo, los cruzazulinos invariablemente nos preguntamos por qué: por qué pasó, por qué no se pudo y por qué diablos le sigo yendo al Cruz Azul
Me gusta decir que irle a Cruz Azul es la expresión mejor acabada de mi masoquismo. Para ser aficionado de un equipo que en 32 años sólo ha ganado sólo un título de liga en ocho finales disputadas, hay que tener una amplia tolerancia a la frustración y un poco o mucho de gusto por el sufrimiento